En la presentación del artículo “Güemes
en las guerrillas de Tarija”, Romero del Carpio expresa: “Un impulso
emocionado determina la gesta heroica. Brotan a raudales los acontecimientos
singulares. Los hechos afirmados con hombría. Nosotros, los bolivianos,
encapotados en la tristeza y con horizontes inciertos, saludamos a los
hermanos argentinos, dueños de un destino mejor.
Sufrimos en América Morena horas de
tensión acentuada y privaciones sin cuento. Y, por doquier, elévanse las
manos en procura de pan, de un poco de leche para los hijos y una justa
atención de los ancianos.
En el pasado, las huestes de Güemes y
de Uriondo lucharon desnudas. Y salteños, jujeños y tarijeños afirmaron
libertad y dominaron el poder hispano. Al recorrer los campos evocamos el
galopar triunfante de los gauchos y chapacos, que afirmaron sus ideales con
denuedo y sacrificio.
Humahuaca, Jujuy, San Pedrito,
Cerrillos, Gauna, Bañado, Pulares, Rosario y Sauces, individualizan acciones
que acuñan leyenda. Laguna, Tarabuco, Pomabamba, Valle Grande, Culpina,
Uturungo, Aucapuñima, Arpaja y La Florida, y las 33 acciones guerreras
sobresalientes de Tarija multiplican el esfuerzo libertario.
A nosotros, estirpe de héroes, hijos
de la madre tierra que forjó nuestros apellidos, nos impulsa el destino de
narrar lo que contaron nuestros padres, nuestros abuelos.
Se combatió sin armas, sin buscar
honores ni eludir sacrificios. Sus personajes son de leyenda. Los
descubrimos en el tucumano Ildefonso Muñecas luchando a orillas del lago
Sagrado. En José Miguel Lanza en Ayopaya. En los esposos Padilla en Laguna.
En Juan Antonio Alvarez de Arenales en Mizque. En Betanzos y Zárate en
Porco. En Ignacio Warnes dominando Santa Cruz. En Vicente Camargo en los
valles de Cinti y en la legión de guerrilleros tarijeños. Y cual faro
estelar, la inmensa figura de Güemes y sus colaboradores.
Cuando los Ejércitos Auxiliares
Argentinos mordían el polvo de la derrota, palmo a palmo, sin desmayo ni
descanso, nuestros guerrilleros cortaban las comunicaciones de las tropas
realistas victoriosas, los atacaban por los flancos, les privaban de
víveres, los sitiaba en las ciudades, convulsionaban el Alto Perú y el norte
argentino, aparecían y desaparecían como centellas, no dando tregua ni
aceptando misericordia.
¡Oh gesta valerosa! En el Alto Perú
cada hogar, cada ciudad, cada aldea conserva las huellas de esta lucha y
durante 15 años combatimos así, acumulando dolor, torturas y renovadas
esperanzas. Nos hicimos fuertes en la escuela de una paz lejana. Los cascos
de nuestros caballos recorrían distancias imposibles y en su raudo galopar,
nuestros guerrilleros fueron gestando la Patria del mañana”
Año 1817
El Dr. Numa del Carpio expone que Martín
Güemes conocía palmo a palmo Tarija, que guiaba, estimulaba y recibía el
resultado de las acciones guerrilleras. Durante la Jefatura de Belgrano
todos los partes llegaban a Güemes como Jefe de Vanguardia y él los
remitía al Cuartel Gral. de Tucumán. Al referirse a los sucesos de 1817 el
investigador dice: “Belgrano planeó una audaz penetración al Alto Perú,
encomendó tal misión al valeroso y temerario Gregorio Aráoz de
Lamadrid. Los guerrilleros con sus excelentes bomberos conocieron sus
movimientos. Méndez se adelantó a recibirlo en la Cuesta del Inca con más de
100 jinetes. Estos sirvieron de avanzada y detuvieron a más de 100 personas
de ambos sexos que encontraron en el camino, para evitar que informasen a
los realistas de la presencia de Lamadrid.
El 14 de abril Lamadrid se presentó en
Tarija. Mientras tanto se incorporaron más de 1.000 guerrilleros a las
órdenes de sus jefes Uriondo, Méndez, Mendieta, José María Avilés y otros.
Tarija se hallaba muy bien atrincherada y defendida, sobresaliendo en la
tropa española el batallón de Granaderos del Cuzco, bajo las órdenes de
Mateo Ramírez. En Concepción se encontraba un escuadrón de caballería a
mando del Cnel. Andrés de Santa Cruz y 50 infantes. Santa Cruz
ocasionalmente se hallaba en Tarija.
Ramírez creyendo que los atacantes
eran los guerrilleros salió a atacarlos expresando: “Vamos a desparpajar a
esos gauchos”; pero al ser recibido a cañonazos al pasar el río Guadalquivir
se replegó a sus trincheras.
Lamadrid ocupó el morro de San Juan,
emplazando sus dos piezas de artillería e intimó rendición con el siguiente
lenguaje: “Si en el término de media hora no se rinde usted a discreción,
con la división a su mando, tanto usted como ella serán pasados a cuchillo.
Puerta del Gallinazo, abril 14 de 1817”. Ramírez rechazó airado.
El 15 de abril se presentó en La
Tablada la fuerza de Concepción al mando de Malacabeza. Sus contingentes
constituían 50 jinetes y 50 infantes. Lamadrid salió con muy poca gente a su
encuentro con sus ayudantes Lorenzo Lugones, Manuel Caizo y Victorio
Llorente. Comprendió Lamadrid la inferioridad de sus tropas y pidió a su
segundo Giles, que quedó en el sitio de Tarija, le enviase refuerzos al
mando del Cap. Mariano García. Pero, como siempre, primó la temeridad
proverbial de Lamadrid. Enardecido arengó a sus pocos hombres: “carabinas a
la espalda, sable en mano y a degüello, a ellos que son unos cobardes”. Y
sembró el pánico y el desconcierto. El combate fue rápido y cuando llegó el
refuerzo patriota a mando del Cap. García la acción había terminado.
“Regresó Lamadrid envanecido de tan prodigioso y rápido triunfo”. Retomó su
puesto en el sitio de la ciudad. Se ubicó primero en San Roque. Desde allí
mandó que los prisioneros levemente heridos ingresaran a la plaza y contasen
los detalles de la derrota realista. Acto seguido envió una segunda
intimación desde el morro de San Juan, previniendo que los auxilios
solicitados a Cotagaita, Potosí y Cinti, habían sido interceptados. Los
realistas en tal situación temían más los mil guerrilleros que las tropas de
Lamadrid, y ante el posible ataque de los primeros a sangre y fuego, se
rindieron.
Se produjo la capitulación aceptándose
las condiciones de Ramírez solicitando garantías para sus jefes, oficiales y
población realista. Es decir, “otorgar los honores de guerra, garantías para
los paisanos y el uso de la espada para los oficiales y seguridad para sus
bagajes”.
La rendición se llevó a cabo en el
Campo de las Carretas. Se rindieron 3 Teniente coroneles -entre ellos Andrés
Santa Cruz-, 10 oficiales y 274 soldados. Entregaron 400 fusiles, 114 armas
distintas, 5 cajas de guerra y abundantes pertrechos de guerra.
Al referirse al parte oficial de
Lamadrid, expresan don Luis Paz y el general Ramallo lo siguiente: “Con
razón dice el general Ramallo, que la lectura del parte oficial en que
Lamadrid da cuenta de su triunfo al general Belgrano, entraña una injusticia
que no sabemos cómo calificarla. En ese documento recomienda y aplaude la
bravura de las tropas, elogiando hasta a los cadetes que vinieron con él
desde Tucumán y no dice una sola palabra de la actitud resuelta y oportuna
de los valerosos guerrilleros tarijeños que con él tomaron la plaza,
contribuyendo eficazmente al éxito de la empresa”.
Nos toca considerar lo siguiente: la
Batalla de la Tablada fue un combate ligero de menos de 200 hombres; aunque
su proyección resultó incalculable. ¿Porqué los 274 soldados realistas no
combatieron, estando integrados por los renombrados Granaderos del Cuzco?
La Batalla de La Tablada hubiese
resultado adversa sin la intervención de los 1000 guerrilleros de Uriondo,
Méndez y Avilés, quienes impidieron la salida de las tropas realistas y su
ataque por retaguardia a Lamadrid.
Sin los guerrilleros de Méndez la
noticia del avance de Lamadrid hubiese puesto en aviso a Ramírez. Sin los
guerrilleros que interceptaron las solicitudes de refuerzo, Lavín, O’Relly o
Vivero hubiesen acudido prontamente sobre Tarija y Lamadrid no hubiera
disfrutado de 20 días de descanso, organización de sus tropas y el marchar
fortalecido con voluntarios tarijeños. Salió el 5 de mayo de 1817 rumbo a
Potosí y a su gran aventura guerrera. Marchó con 400 hombres de las tres
armas y según Luis Paz, acompañado de algunas partidas de guerrilleros con
sus respectivos caudillos.
El poder español reaccionó de
inmediato, enviando un fuerte destacamento al mando del sanguinario
Ricafort, verdugo del Cuzco y La Paz. El gobernador Avilés, puesto por
Lamadrid, no podía luchar con sus fuerzas menguadas y resistir en Tarija.
Ricafort mandaba dos batallones del Imperial, el Escuadrón de Cazadores y
dos piezas de artillería. Avilés abandonó Tarija y Ricafort entró en la
ciudad el 11 de julio de 1817. Se dedicó a perseguir con saña a los
patriotas y confiscar sus bienes. Uno de los perjudicados resultó Pedro
Antonio Flores que se hallaba en Buenos Aires. “Le confiscó todos sus bienes
y cuando regresó a Tarija, después de la victoria de Ayacucho, se encontró
sin casa ni cosa alguna”.
Y comenzó de nuevo la lucha desigual.
Los patriotas siguieron actuando bajo las órdenes de Méndez, Uriondo,
Avilés, Manuel Rojas, Gaite, Garay y Guerrero.
Manuel Rojas fue batido el 21 de julio
en Mojo, Uriondo y Avilés derrotados en Chocloca el 2 de agosto, Garay
resultó muerto el 5 de agosto en San Agustín, Guerrero cayó prisionero en la
cuesta del Inca.
Como siempre, los generales patriotas
del ejército regular utilizaban nuestros hombres, se valían de sus
conocimientos de la región, explotaban su coraje y luego los abandonaban a
su suerte, desnudos y desarmados. El brillo fugaz de sus triunfos era para
su prestigio propio y en las derrotas las poblaciones patriotas sufrían las
brutales represiones realistas.
Ricafort dejó Tarija para viajar a
Cochabamba. Al alejarse ocupó su lugar el coronel Vigil”.
Año 1818
Sobre los sucesos de 1818 Romero del
Carpio expresa: “A fines de febrero supo Vigil que el guerrillero
argentino Zubiría se había presentado en Concepción. Lo atacó y tomó preso
con parte de su tropa. En abril desbarató en Salinas de Itau las tropas de
Méndez y Uriondo.
El 4 de julio llegó a Tarija el
distinguido general José de Canterac, nombrado por el rey jefe de Estado
Mayor. Inmediatamente se dirigió con sus fuerzas importantes a Salinas y las
Misiones. Batió en San Luis a Uriondo. Destacó en Chuquisaca 200 hombres al
mando de Gabriel Poveda, quien al subir la cuesta de la Soledad fue atacado
por el guerrillero Espinoza el 15 de julio, siendo derrotado el patriota. De
la misión de San Francisco, Vigil persiguió a Rojas, Sánchez y otros,
logrando derrotarlos en Itau y Caraparí.
Canterac provisto de gran cantidad de
ganado procuró remontar la quebrada de Santa Lucía, donde lo esperaba el
guerrillero Castillo. Pudo más la pericia militar al valor y las condiciones
negativas del terreno. El empuje de los famosos Cazadores del Imperial
Alejandro decidieron la batalla. Fue derrotado Castillo sin embargo, el 2 de
Agosto Castillo atacaba la retaguardia de Canterac y el jefe realista con
grandes dificultades logra vencerlo. García Camba expresa: “Muy ventajoso
fue, sin duda, el resultado de esta expedición: los caudillos Uriondo,
Espinoza, Castillo, Sánchez y Rojas fueron batidos y huyó el último hacia la
Nueva Orán, se les mató e hirió bastante gente, se les tomaron un oficial y
más de 300 prisioneros con otros tantos fusiles, dos cargas de municiones,
noventa caballos, otras 100 caballerías, más de mil cabezas de ganado vacuno
y mil fanegas de maíz, con pérdida poco considerable de nuestra parte”. Como
siempre, los españoles disimulaban sus bajas y exaltaban sus ventajas.
Esta empresa militar puso a prueba la
capacidad de Canterac y su tropa. Debió luchar en zonas boscosas, quebradas
intransitables, ríos caudalosos y llanos aptos para las cargas sorpresivas
de los guerrilleros. Canterac contó con su magnífica caballería, su arma
favorita. Obtuvo resultados positivos, pero sin lograr dominar el impulso
guerrero de los patriotas. Lamentablemente fue derrotado Manuel Uriondo en
una acción con Vigil y cayó prisionero. Manuel Uriondo era hermano de
Francisco Uriondo.
En el mes de noviembre Eustaquio
Méndez cumplió una hazaña increíble: su famoso sitio a la ciudad de Tarija.
Todas las comunicaciones quedaron cortadas. Durante el día los guerrilleros
permanecían ocultos y por las noches bloqueaban los caminos, penetraban
hasta la orilla del Guadalquivir, provocaban con sus disparos a los
realistas y atacaban con sus mejores jinetes a la ciudad misma. Al salir los
realistas, los gauchos de Méndez “los enlazaban y se los llevaban a la
cincha y al galope de sus caballos. Cuando salía el grueso del ejército
desaparecían para presentarse luego en otros lugares”.
En tal situación La Serna pidió una
tregua e invitó a una conferencia a Méndez. Por primera vez un caudillo
campesino obtuvo la justificación de su lucha: logró la liberación económica
de los trabajadores del campo.
Es esta gesta heroica la justicia
social muy pocas veces tuvo vigencia y justificación. Un Méndez y un Güemes
lograron alcanzarla en forma positiva. Dignificado el campesino tarijeño
descubrió, desde entonces, claros objetivos en su lucha interminable: la
conquista de la tierra, el trabajo remunerado y la supresión de las
gabelas”.
FRAGMENTOS
Los siguientes fragmentos permiten
apreciar cuánto conocía y valoraba el notable estudioso al Gral. Martín
Güemes:
“Un acontecimiento sombrío conmovió a
todo el continente y enlutó para siempre a los guerrilleros. El 17 de Junio
moría Martín Miguel de Güemes, herido por una bala en la oscuridad de la
noche del 7 de junio. Desde entonces su inmensa figura es un faro que
alumbra la conciencia, vigilante, de las Provincias Unidas del Río de la
Plata. Su muerte debilitó los planes de San Martín y cambió el curso de la
historia de nuestros pueblos después de la entrevista de Guayaquil”. Nótese
que el investigador dice que la muerte de Güemes enlutó para siempre a los
guerrilleros. Ello se debe a que Martín Güemes, con el mando militar de su
ejército al servicio de las Provincias Unidas y como Gobernador de la
Intendencia de Salta, orientaba, instruía y auxiliaba a los jefes
guerrilleros del Alto Perú.
Con resumida claridad Romero del Carpio
alude al rol de Güemes como defensor de las Provincias Unidas del Río de la
Plata y a las tremendas consecuencias de su muerte. El autor boliviano
conocía la verdadera dimensión de Güemes, como defensor de las Provincias
Unidas del Río de la Plata, mientras exitosos (por sus ventas) escritores
argentinos insisten en el rol que nunca desempeñó, el de defensor de
frontera. Es que el Dr. Del Carpio era investigador.
En otro párrafo dice: “El año 1824 se
destacó por dos acontecimientos sobresalientes: la guerra doméstica entre
Olañeta y La Serna, que debilitó el poder español y facilitó el gran triunfo
de Ayacucho el 9 de diciembre. Tarija, al conocer la noticia, tomó jubilosa
el cabildo y proclamó la independencia. Durante 15 años se combatió sin
tregua. Muchos caudillos no pudieron paladear el triunfo de la victoria
conquistadas con dolor y sangre”.
“En 1825, siendo gobernador José
Felipe Echazú fueron enviados 400 soldados tarijeños que se sumaron a las
tropas del general José María Urdininea, dichas tropas estuvieron presentes
en la batalla de Tumusla donde murió Olañeta al día siguiente de la batalla,
que se libró el 1 de abril de 1825. En esa forma Tarija luchó por la
independencia hasta el último combate”.
Al finalizar, el Dr. Romero del Carpio
expresa: “Una legión de hombres humildes ofrendó su vida. Defendió su
libertad porque libres nacieron y libres crecieron en contacto con la
naturaleza. Su Patria fue América entera. Estuvieron presentes en Tucumán,
Salta, Potosí, Pasco, Junín y Ayacucho. No vistieron e traje de Arlequín y
menos dividieron nuestra América criolla en pequeños estados, magros en su
historia y precarios en sus nobles realizaciones. Lucharon contra el poder
de España, universal en su historia, grandiosa en su destino y segura de su
fe. Ambicionaron patrias inmensas, seguras en sus realizaciones. Siguiendo
unidos nuestra historia tendría proyección mesiánica y con seguridad
constituiríamos una de las potencias más respetables del mundo. Bolívar soñó
con poderosas confederaciones. Se opuso tenazmente al decreto de Sucre del 9
de febrero de 1825. Seguramente no compartió la ceguera del Congreso de las
Provincias Unidas del Río de la Plata en su decreto del 9 de mayo de 1825.
Aunque el fracaso de los Ejércitos Auxiliares Argentinos debilitó la unión
real del Alto Perú de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Las
resoluciones señaladas destruyeron la estupenda realidad del Virreynato de
Buenos Aires, con vigencia histórica desde el 8 de agosto de 1776.
Sucre tuvo otra visión. Consolidó
Bolivia y ambicionó su grandeza. Desde la fundación de la República hemos
perdido la mitad de nuestro territorio. Nos despojaron de nuestra costa
marítima y nuestro enclaustramiento nos lleva a una lucha desesperada para
recuperar lo propio, arrebatado por la fuerza. Conservando la estructura del
viejo virreinato el lenguaje y las actitudes serían distintas.
En las horas actuales volcamos nuestra
emoción a los guerrilleros heroicos y a todos aquellos que supieron
señalarnos el camino de la hombría. Recordamos con unción patriótica a
Francisco y Manuel Uriondo, Eustaquio Méndez, José Julián Pérez, José Felipe
Echazú, Bernardo Trigo, José Mariano Ruyloba, Sebastián Ruyloba, Pedro
Antonio Flores, Juan José Fernández Campero, Ramón y Manuel Rojas, los
hermanos León, José María Avilés, Mendieta, Vásquez, Gaite, Garay, Guerrero,
Espinoza, Hidalgo, Castillo, Caso y muchos otros más, guerrilleros anónimos.
Al invocar sus nombres, mil voces
cuajadas de destino nos responden: ¡Presente!”.
Con ese contundente homenaje el Dr. Numa Romero del Carpio finaliza su
trabajo.
II.
AGENDA GUEMESIANA NOVIEMBRE DE
2008
En San Luis:
Con motivo de la recepción
del Premio Nacional de Historia obtenido por la Prof. María Cristina
Fernández, se trasladó a San Luis junto al Abanderado de la Delegación, el
Señor Roberto Casimiro quien lució durante toda su estadía su indumentaria
Gaucha Salteña. Desarrollaron las siguientes actividades:
10 Nov:
En la Ciudad Histórica de Renca, visita al Señor de Renca; la casa de José
Santos Ortiz, primer Gobernador de San Luis; Escuela; Monumento al
Héroe de Chancay, Juan Pascual Pringles. Fueron guiados por el Jefe del
Archivo Histórico de San Luis Prof. Manuel Ybáñez, en cuya presencia se
rindió emotivo homenaje a los Granaderos Renqueños y se hizo entrega de un
cuadro con la imagen del Gral. Martín Güemes. Dicho cuadro consiste en una
fotografía del óleo realizado por el tataranieto del prócer, el Dr. Martín
Gabriel Figueroa Güemes, con la leyenda: “A Renca, en memoria de quienes nos
dieron la libertad”. Fue recibido por la Intendenta, María Ester Farina y el
Secretario de Cultura, Miguel Bianchi.
11 Nov:
Participación en el Programa Matutino de Radio Nacional conducido por
Alberto Beato. Se dialogó sobre la Gesta Güemesiana, el vínculo entre el
Martín Fierro y el Gral. Güemes, destacando la presencia del señor Casimiro.
Por la tarde la Prof. Fernández fue entrevistada por Radio y TV sobre
el trabajo premiado.
Asistencia a la Ceremonia de
entrega de premios presidida por el Gobernador de la Provincia, Dr. Alberto
Rodríguez Saá, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. La Prof. Fernández
destacó la lucha y unión de salteños y puntanos en el proceso
independentista, expresando que en reconocimiento y homenaje al pueblo
sanluiseño se encontraba en el Salón con sus prendas Gauchas, el Señor
Roberto Casimiro. El Dr. Rodríguez Saá interrumpió la alocución iniciando un
intenso aplauso. En ello está implícita la valoración del patriotismo del
Gral. Martín Miguel de Güemes y sus tropas. La Prof. Fernández recibió su
Diploma y Placa de manos del Ministro de Turismo y Cultura, José María Emer.
El señor Casimiro entregó al
Dr. Alberto Rodríguez Saá un cuadro similar al dejado en Renca, con la
leyenda “A la Provincia de San Luis, por las raíces que nos hermanan”.
Al finalizar la ceremonia la mayoría de las autoridades expresaron su
satisfacción por la presencia Salteña en el recinto.
Por la noche la Prof.
Fernández y el Sr Casimiro compartieron, en la residencia del Dr. Rodríguez
Saá, la mesa principal junto al anfitrión.
12 Nov:
Visita a La Carolina, donde reposan los restos de Crisóstomo Lafinur,
repatriados desde Chile. Allí se dialogó con el Director del Museo de la
Poesía Manuscrita “Juan C Lafinur”, Prof. José Villegas quien se emocionó
ante la presencia de Roberto Casimiro dado que a la ceremonia de
inauguración del Monolito erigido sobre las cenizas de Lafinur habían
asistido un grupo de gauchos salteños. En el libro de actas del Museo quedó
registrado el motivo de la visita.
En Renca, Potrero de Funes y
la Ciudad de San Luis se hizo entrega de bibliografía Güemesiana impresa por
el Instituto Güemesiano, sede central, y ediciones impresas y en CD de la
Delegación del Instituto Güemesiano en Buenos Aires.
En Buenos Aires:
9 Nov:
Homenaje a José Hernández en su Mausoleo (Cementerio de la Recoleta) en el
que participaron todos los integrantes de la Delegación. Agradecieron la
encendida defensa que el poeta realizó del gaucho: Luis Ance; Rubén Herebia;
Ester Maidana; José Guedilla; Víctor Galipó; Pablo Pérez y Narciso Ledesma.
22 Nov:
En el centro cultural Gral San Martín de la Ciudad de Buenos Aires la Prof.
María Cristina Fernández recibió la distinción internacional “Pilar de la
Cultura” de la Asociación UNESCO para el desarrollo cultural en
reconocimiento a su labor y trayectoria y en agradecimiento a su aporte a la
cultura nacional. En la misma ceremonia le fue entregado
el Diploma de Notables por ser una brillante personalidad de la cultura
folklórica argentina. Esta distinción fue obtenida como consecuencia de la
difusión de la Gesta Güemesiana que a través del Folklore desarrolla la
Prof. Fernández.
25 Nov:
Proyección y debate del Documental “Bajo las Estrellas” en el Microcine del
Congreso de la Nación, con presencia del Director del Documental, el
prestigioso salteño Alejandro Arroz.
27 Nov:
En sede del IUNA y en el marco del XIVº Congreso Latinoamericano del
Mercosur y XVIIIª Jornadas Nacionales de Folklore, el 27 de Noviembre la
Prof. María Cristina Fernández expuso la Ponencia “El Gral. Martín Miguel
de Güemes en el Cancionero Popular”. La misma tuvo carácter de homenaje,
con interpretación en vivo de las zambas “A Martín Güemes” (de Narciso
Ledesma y Noelia Quintana”; “La Juana Moro” (de Giménez y Canqui Chazarreta)
ambas por Noelia Quintana, Alberto Díaz y Daniel Villalba. El malambo “La
yeguada de Los Sauces” (de León Benarós y Hernán F Reyes) fue bailado por
Matías Torres, “El Changuito”. Se analizaron educativamente los temas,
destacando su contenido histórico, geográfico, tradicional, militar, ético,
musical y literario, demostrando que a través del folklore se puede promover
el aprendizaje integral de la historia de manera agradable, lo que
generó elogiosos
comentarios por parte del público.
30 Nov:
Consagración de los Güemesianos al Cristo Campesino en la Parroquia de San
Juan María Vianney.
En Salta:
15/ 17 Nov:
Visita a la localidad de Tolar Grande, Depto. Los Andes, donde se entregó
bibliografía Güemesiana.
III.
PALABRAS FINALES
Finaliza un nuevo año en el que
continuamos creciendo en el conocimiento de la Gesta Guemesiana. Son muy
satisfactorios los reconocimientos obtenidos en esta difícil tarea de
difundir sin ningún tipo de apoyo económico, la historia Patria.
Afortunadamente hay quienes valoran tamaño esfuerzo, ante la indiferencia de
muchos.
En este último número abrazo con gratitud
inmensa a quienes inclaudicables me acompañan: Mario Huertas; Noemí Rosas;
Roberto Casimiro; Matías Torres; José Guedilla; Ester Maidana; Beatriz
Signoretta; Rubén Herebia; Noelia Quintana; Alberto Díaz; Luis Ance; Mirta
Castro; Luis de la Peña; Carlos Flores; Hernán Luna; Diana Stiefel; Jorge
Elizalde; Narciso Ledesma; Héctor Chávez y en especial a mi esposo Pablo y
a mis hijas Naira Malén y Anahí Ayelén. Con legítimo orgullo sabemos que
nuestros logros son fruto del tesón y fortaleza que nos alimenta el ser.
Brindo por ello. ¡Hasta el 2009!
Buenos Aires, 8 de Diciembre de 2008