Musica Popular Argentina:Folklore,Danzas Tradicionales e Instrumentos

Música Popular Argentina:
Folklore y Danzas Tradicionales e Instrumentos Musical

IMPORTANCIA Y VALOR DE LOS MOTIVOS AUTÓCTONOS EN EL ARTE ARGENTINO. — La palabra folklore , que últimamente sustituyó al término antigüedades, es la ciencia que estudia la sabiduría tradicional de los pueblos, en las naciones civilizadas, sin la intervención de modernos vul-garizadores.

Se comprende que por el objeto a que se refiere esta ciencia esté íntimamente ligada con la etnografía y de que en ciertos países la asimilen a esta última o la consideren como una de sus derivaciones.

En el estudio del folklore se deben tener en cuenta cuatro elementos principales: las costumbres, el lenguaje, los ritos y creencias y la música populares.

Las costumbres tradicionales comprenden las fiestas, las ceremonias y los juegos consuetudinarios.

El lenguaje abarca las narraciones populares (cuentos, leyendas, baladas y canciones), dichos y refranes, adivinanzas, etc.

Los ritos y creencias se refieren a las supersticiones, hechicerías, astrología y brujerías.

Finalmente, la música se refiere al tesoro musical del saber popular.

Nuestro folklore se enraiza en dos fuentes primitivas: la indígena y la hispánica, ya cuatro veces secular, y que al fusionarse íntimamente dieron origen a la formación del criollo.

La música traída por los colonizadores españoles fue adaptando su melodía, ritmo y armonía a la peculiar manera de expresar las emociones locales, siendo también manifiestos los trasplantes de los aborígenes existentes en los tiempos de la conquista, especialmente de los incas y de los guaraníes; de este modo se fue creando una autóctona gama artística con caracteres nacionales propios.

Esta ciencia histórica se inicia en nuestro país después de 1890 gracias al tesonero esfuerzo de algunos de nuestros hombres de ciencia y de investigadores probos que recogen materiales etnográficos, editan obras y forman museos.

EL FOLKLORE  ARGENTINO:

Folklore.

La Argentina es particularmente rica en danzas populares, que tienen los más diversos orígenes.

Muchas de ellas estuvieron en bogo en el siglo pasado y son parte de la historia del país; desde hace algún tiempo largo han resurgido en las llamadas “peñas folklóricas”, donde cuentan con entusiastas cultores.

Entre las más representativas corresponde citar el malambo, pericón, zamba, carnavalito, chamamé, caramba, cueca, chacarera, remedio, ecuador, escondido, firmeza, gato, huella, mariquita, marote, pala-pala, lorencita, palito, sombrerito, “refalosa”, triunfo, condición, cuándo, cielito y media cano.

El malambo, danza masculina, es un zapateado criollo cuyas variaciones dan lugar a la improvisación coreográfica, en la que compiten alternativamente dos bailarines.

El pericón es un baile colectivo que estuvo muy en bogo en el siglo pasado; intervienen en él varias parejas, dirigidas por un “bastonero”, que ejecutan diversas figuras o mudanzas características.

Este baile, que incluye cortas “relaciones” de tipo intencionado que intercambian las parejas, termina con el despliegue de pañuelos blancos y azules, los colores de la bandera argentina.

La zamba, propia del interior del país, es de coreografía simple, llena de gracia, elegancia y típicamente galante.

El carnavalito, inspirado sn el “huaino” boliviano, es una danza de a región del norte argentino.

La influencia de la música guaraní se advierte en el chamamé, baile muy popular en la zona del litoral (Entre Ríos y Corrientes).

Como la ocurrido en otros países, piro en menor escala, algunos músicos argentinos han vertido motivos folklóricos en moldes clásicos y han brindado creaciones de jerarquía, como la ópera “El Matrero”, de Felipe Boero.

El baile ciudadano por excelencia es el tango, que tuvo su origen en los suburbios de Buenos Aires a fines del siglo pasado, pero que ha tenido una notable evolución en el presente.

Sus máximos cultores han sido objeto de idolatría popular, y aunque es característico de ambas naciones del Plata, en el extranjero ha tenido sensacional acogida en naciones tan diferentes como Japón y Francia y aun otros países de Europa, donde se la considera la música representativa de Argentina.

Otra manifestación típica argentina es la Payada, suerte de improvisación versificada acompañada de guitarra, que se canta de contrapunto.

DANZAS FOLCLÓRICAS ARGENTINAS

danza argentina chacarera

LAS DANZAS COLECTIVAS
He aquí un tipo de danzas a las que podríamos llamar nativas o autóctonas. Un ejemplo típico lo encontramos en el antiguo carnavalito del norte de Salta y Jujuy (en el Perú huaino y en Bolivia kaluyo), danza en que un conjunto de hombres, o de mujeres, o bien unos y otras simultáneamente, pero sin relación de pareja, efectúan sus círculos, puentes, ruedas, serpentinas y demás figuras que va indicando el bastonero.

En el siglo XIX, el carnavalito ha asimilado figuras de la contradanza, de la cuadrilla y del pericón, resultando así' un carnavalito moderno, en el que se baila en parejas sueltas de conjunto.

LAS DANZAS INDIVIDUALES

Estas danzas son de origen europeo y tienen su prototipo criollo en el malambo. En éste baila un hombre solo, exhibiendo sus habilidades con ágiles zapateos, escobilleos y mudanzas. Danza viva, rítmica y de lucimiento, que a veces se coteja en competencia entre dos bailarines (malambo de contrapunto). La primera versión musical fue recogida en 1883, por Ventura R. Lynch.

LAS DANZAS DE PAREJA

Como lo indica su nombre, se trata de aquellas en que el hombre y la mujer se acompañan en tal carácter, formando pareja. Se clasifican en dos grupos:

baile tradicional argentino

  1. a) De pareja suelta: aquellas en que el nombre y la mujer bailan sin tomarse.
  2. Si la pareja no coordina sus evoluciones con otras, a este tipo de danzas independientes les llamamos de pareja suelta.
  3. Y en cambio, si cada pareja debe bailar guardando relación con las demás (cadenas, rondas, cuadrillas, etc.), decimos que son danzas de parejas sueltas conexas, en conjunto o relacionadas.
  4. b) De pareja tomada e independiente: son aquellas danzas en que el hombre y la mujer bailan tomados, y en que unas parejas no tienen relación con las otras en sus movimientos. Según se tomen los compañeros estrechándose o sin hacerlo, se distinguen las danzas de pareja enlazada o abrazada.

Entre las principales danzas por parejas se cuentan: la polca, el bailecito, la cueca, la chacarera, el escondido, la firmeza, el gato, la-huella, la zamba, el vals, la condición, el cuando, el cielito, el pericón, el carnavalito y el chámame.

zamba criolla

LAS DANZAS PICARESCAS REPRESENTAN UN GALANTEO

Estas danzas, de carácter pantomímico y amatorio, tienen un remoto linaje europeo. Surgieron en Europa a mediados del siglo XVIII, y florecieron intensamente entre 1750 y 1800 en el Perú, desde donde se expandieron por el resto del continente.

La mayoría de estas danzas tiene dos partes llamadas primera y segunda, en las que se repite la coreografía.

Las castañetas y palmoteos, de indudable abolengo español, matizan ciertas partes de la danza y estimulan el asedio amatorio que los bailarines imitan en expresiva pantomima.

LA CUECA Y LA ZAMBA

Hacia el año 1813 alcanzó gran difusión cierta danza peruana llamada zamba, de la que se derivó la zamacueca limeña en 1824. Ésta tuvo gran aceptación en Chile, donde tomó modalidades especiales.

Así remozada volvió al Perú con el nombre de zamacueca chilena o simplemente chilena. Pero debido a la guerra con Chile, los peruanos prefirieron llamarla marinera, y la consagraron, lo mismo que los chilenos, como su danza nacional. La zamacueca, de la que derivarían la cueca y la zamba, se difundió por nuestro territorio desde Chile y desde Bolivia.

A diferencia de la zamba, la cueca es más dinámica y tiene zapateo.

La zamba ha tenido un enorme arraigo en el folklore de nuestro pueblo.

En la famosa Zamba de Vargas, que la tradición conserva en múltiples versiones literarias, la intención amatoria se mezcla con el tono épico y montaraz del caudillismo, al evocar la Batalla del Pozo de Vargas (La Rioja), en la que las fuerza:, santiagueñas del general Taboada lograron derrotar a la bravia montonera riojana de Felipe Várela, bajo el influjo estimulante de un ritmo de zamba.

EL GATO, LA CHACARERA, LA CONDICIÓN Y EL CUANDO

El gato es la danza más difundida del folklore argentino. Quizás llegara del Perú a principios del siglo XIX. Es un baile movido y galante en que las vuelta: y giros alternan con el zapateo del hombre ante el sugestivo zarandeo de la mujer.

En el gato con relaciones la danza se interrumpe después del primer zapateo, y entonces ambos bailarines se intercambian coplas de amor y desdén.

Esta danza tiene una modalidad coreográfica especial en el llamado gato correntino, cuyo argumento pantomímico explica así el señor P. Berruti: "El va ron simula tener cierto disgustillo en cada una de las esquinas, cuando ve que no puede salirse con la suya.

En efecto, después de galantear a la dama al recorrer la primera esquina, se lanza decidido a su encuentro, con manifiesta intención de abrazarla; pero ella, que de lejos adivina sus deseos, se agacha ágilmente, recoge su pollera y gira con viveza, frustrando el abrazo.

Disgustado el atrevido caballero, vuélvese e inicia el regreso a su lugar dando varios golpes con los pies, como con furia, y zapatea luego de espaldas a la esquiva compañera, simulando despecho y desprecio.

Pero vuelve a realizar la intentona, tras la segunda esquina, y de nuevo le falla bonitamente; repite aún dos veces más la tentativa, sin que mejore su fortuna, hasta que al fin la dama, después de la vuelta y el giro, cediendo quizá ante su insistencia, acepta el simbólico abrazo de la coronación".

Tiene cierta similitud con el gato la chacarera, danza ágil y alegre que también procede del Perú, adonde llegó de Europa, y que se baila en todo nuestro país.

La condición y el cuando, danzas que derivan de los minués y gavotas, animaban los salones de París en la segunda mitad del siglo XVIII, y asimilaron cierta influencia picaresca americana.

En la condición las exquisitas finuras del minué se alternan con la galanura del aire de zamba.

Según la leyenda se dice que el general Belgrano bailó la condición en Salta, en 1812.

Desde entonces se difundió y cultivó en toda la zona norteña hasta fines del siglo.

El cuando conservó en América su señorío de minué y gavota, pero sustituyó el allegro europeo por el ritmo de gato.

San Martín llevó esta danza a Chile, donde se difundió en todas las capas sociales, recorriendo todos los ámbitos de su suelo.

Su más antigua versión musical argentina es la que recogiera Andrés A. Chazarreta en 1914.

CIELITO, PERICÓN Y MEDIA CAÑA

Hacia el año 1700 llegó a Buenos Aires un antiguo y prestigioso baile europeo: la contradanza, que dio origen al cielito y se diversificó en formas derivadas que se llamaron el pericón y la inedia caña.

El cielito tuvo extraordinario auge en todo el país, durante la época de la independencia.

El galanteo amatorio se combinó con temas patrióticos, haciendo del cielito una danza nacional que los soldados cantaban en el sitio de Montevideo y que San Martín llevó a Chile en 1817.

Una variante del cielito, con intervención de muchas parejas, hizo conveniente la dirección coreográfica por una persona que diera voces de mando, a quien se le llamó pericón.

De aquí provino el nombre de esta danza de la independencia, que San Martín llevó con su expedición a Chile.

Dejó de bailarse hacia el año 1880.

Pocos años después, el circo de los hermanos Cario, que representaba la pantomima gauchesca Juan Moreira, protagonizada por José J. Podestá, incluyó el pericón en dicho número.

Las versiones musicales más difundidas son el Pericón Nacional, recogido en el Uruguay antes de 1887, y el llamado Pericón por María, compuesto por Antonio J. Podestá y estrenado en Buenos Aires en el 1900.

Creen algunos autores que del cielito también se habría derivado la media caña, danza que tuvo su auge en Buenos Aires entre 1830 y 1850, es decir, en la época de Rosas.

Alterna sus giros y balanceos de contradanza con aires de pericón, zamba y gato, combinando señorío cortesano con intenciones picarescas.

LAS "PAREJAS TOMADAS"

Hacia el año 1800 llegó a los salones de Buenos Aires el vals; y medio siglo después, la polca, la mazurca, el chotis y la habanera.

Estas danzas europeas impusieron la modalidad de la pareja tomada, y se difundieron por los ambientes suburbanos y rurales, donde sufrieron influencias.

De estas mutaciones, sancionadas por la costumbre, surgieron, a fines del siglo pasado, danzas derivadas, como la polca paraguaya, y el tango argentino.

Instrumental músico:

Entre los instrumentos típicos que acompañan la externación de la música criolla debemos poner en primer término la guitarra, instrumento más popular (pero no folklórico), cuyo uso se extendió por todo el país desde los primeros tiempos de la conquista.

Pronto sufrió transformaciones sucesivas y en la región norteña se reemplazó la caja de resonancia por el caparazón de tatú o quirquincho, con un encordado de cinco pares de cuerdas, dando así origen al charango , con el que se ejecuta o acompaña toda la música regional norteña, sobre todo bailecitos, huainitos y carnavalitos.

Otros de los instrumentos cordófonos (que suenan las cuerdas) son: el violín, con el que se amenizan los bailes acompañados del repiqueo del bombo y a veces del rasgueo de guitarra, y el arpa criolla, sin pedales, instrumento eficaz en las tertulias; de dispersión general antiguamente, se conservó mucho tiempo en algunos lugares de Santiago del Estero, Tucumán y Corrientes.

En el grupo de los intrumentos aerófonos (que pone el aire en vibración) se usa el acordeón, que fue sustituyendo en nuestros campos al violín o al arpa.

Actualmente acompaña los bailes en casi todo nuestro país, unido a la guitarra en el litoral o al bombo en el noroeste.

La quena, el más famoso de nuestros instrumentos aborígenes, es una flauta sencilla, de un solo tubo, con una pequeña muesca en forma de "u" en el borde superior y con dos hasta ocho agujeros para obtener distintas notas.

Con este instrumento, generalmente acompañado por el bombo, se ejecutan los bailes precitados y algunas canciones, como el Yaraví.

El siku , conocido mundialmente como Flauta de Pan, se compone de una doble hilera de tubos, generalmente cerrados en la parte inferior, y cuya segunda hilera tiene la mitad del tamaño de la primera.

Con este instrumento se ejecutan huainos, acompañados por lo general del bombo.

El erke, llegado a nuestras provincias norteñas de Bolivia, especie de corneta con un agujero transversal para el soplo, está construido con dos o más cañas de Castilla enchufadas unas en otras y aseguradas con refuerzos; llega a alcanzar el tubo de tres a cinco metros o más de largo, en cuyo extremo se ajusta un pabellón.

Acompaña a las procesiones campesinas durante las fiestas religiosas.

El erkencho, especie de clarinete rústico, está compuesto de una boquilla de caña de unos diez a trece centímetros de largo, con una lengüeta, y de un cuerno vacuno a modo de pabellón para amplificar el sonido.

Suena por presión del soplo y la altura del sonido se obtiene por la reducción de la "pajuela" en la boca.

El ejecutante toma el cuerno con la mano izquierda, mientras con la derecha tañe al mismo tiempo la caja .

Tres son los instrumentos membeanófonos (que suenan las membranas), criollos: la caja o tambor, el bombo y el tamboril.

La caja, generalmente redonda, de 20 a 40 centímetros de diámetro y altura variable, se compone de un marco cubierto en sus dos extremos, a modo de fondo y tapa, por parches bien curtidos de oveja, cabra o cordero; estos parches se cosen a respectivos anillos, que se aplican al marco,uniéndolos luego con piolín o tiento en zig-zag, cuyo estirado sirve para templar la caja.

Se percute con un mazo o con dos palillos.

Con la caja se acompañan numerosos cantos: vidalas, vidalitas y bagualas.

El bombo, de misma factura que la caja, pero de un diámetro mayor (de 50 a 60 centímetros), y cuyos parches están asegurados por dos aros de madera que son apretados por las ataduras.

Se percuten con mazo y palo o con mazo y mano, alternando la percusión del parche con la del borde del aro.

El bombo es un instrumento indispensable en las orquestas campesinas.

Un bombo de tamaño más reducido recibe el nombre de tamboril, y se usa en diferentes provincias para acompañar con su repiqueteo las procesiones.

Fuente Consultada:
Atlas Universal Ilustrado
Enciclopedia Estudiantil Tomo III CODEX Danzas Argentinas
Historia de la Cultura Argentina Parte II de Francisco Arriola Editorial Stella

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Enlace Externo: Danzas y músicas folclóricas argentinas


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