Aníbal

  

 
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Nació en Cartago alrededor del 247 a.C.y se inició precozmente en el arte de la guerra.

Jurando odio eterno a Roma ,el enemigo más encarnizado de su ciudad a los nueve años acompañó a su padre, Amilcar, en la expedición cartaginesa para conquistar Hispania.

Al morir Amilcar,tras caer derrotado en una batalla el 229,se dedicó a colaborar en la realización de

los planes de su cuñado Asdrúbal para extender y consolidar el control sobre la península Ibérica.

Cuando Asdrúbal fue asesinado en el 221a.C., el Ejército lo eligió comandante en jefe.

Allí comenzó su gran obra.

En un periodo de dos años sometió el territorio entre los ríos Tajo y Iberus (Ebro), excepto la ciudad de Saguntum (Sagunto), aliada de los romanos, la cual fue tomada después de sitiarla durante ocho meses. Los romanos tildaron este ataque de violación del tratado existente entre Roma y Cartago y exigieron que ésta les entregara a Aníbal. Los cartagineses se negaron, lo cual precipitó (218-201a.C.) la segunda de las Guerras Púnicas.

 

El cruce de los Alpes

 

Se trata de una de las hazañas mas grandes de la historia militar.

La marcha de Aníbal sobre Roma comenzó en el 218a.C.

Partió de Cartago Nova (actual Cartagena), en Hispania, con un ejército de aproximadamente cien mil hombres, entre la caballería y un número considerable de elefantes para transportar materiales y más tarde utilizarlos en la batalla. Cruzando los Pirineos y el río Ródano, atravesó los Alpes en quince días, a pesar de las tormentas de nieve, los desprendimientos de tierra y los ataques de las tribus hostiles de las montañas.

Reclutó más hombres entre los pueblos celtas asentados en el norte de Italia,

deseosos de enfrentarse a Roma, para compensar la pérdida de casi la mitad de sus hombres durante la larga marcha y obligó a las tribus ligures de la parte superior del curso del río Po a entrar en una alianza.

Causó derrotas a los romanos mandados por Publio Cornelio Escipión (el padre de Escipión el Africano) en las batallas de los ríos Tesino (Ticino) y Trebia (218a.C.), y bajo el mando del cónsul romano Cayo Flaminio Nepote en el lago Trasimeno (217a.C.).

Después de cruzar los Apeninos e invadir las provincias romanas de Picenum y Apulia, Aníbal regresó a la fértil región de Campania, la cual asoló.

El general romano Quinto Fabio Máximo Verrucoso fue enviado desde Roma para oponerse a Aníbal, y adoptó una estrategia muy cauta. Evitó todo encuentro decisivo con las tropas cartaginesas,quizás amedrentado ante la fama del general cartaginés

No obstante tuvo éxito manteniendo alejado de Roma a Aníbal, lo que permitió a los romanos recuperar sus reservas militares.

Aníbal invernó en Gerontium, y en la primavera del 216a.C. tomó posiciones en Cannas, junto al río Aufidus (actual Ofanto).

 

Cannas

 

 

 

Allí se produjo su victoria mas aplastante.

Con una fuerza no mayor a los 40000 hombres logró derrotar a un ejercito que lo doblaba en numero haciendo gala de una estrategia poco común y un gran manejo de la caballería.

Los romanos al mando del cónsul Lucio Emilio Paulo, quien murió en la batalla fueron aniquilados por completo.

Cayo Terencio Varrón (muerto después del 200a.C.) escapó con el remanente del ejército romano.

Las fuerzas de Aníbal  perdieron aproximadamente 5.700 hombres de los cuales la gran mayoría eran aliados y no cartagineses.

El comienzo de la caída

El curso de la guerra cambió gradualmente en contra de Aníbal. El gobierno cartaginés se negó a enviarle refuerzos.

En realidad en ningún momento los había recibido:Aníbal había obtenido todo lo necesario para su campaña a partir de su propio esfuerzo,lo cual ha engrandecido sus méritos como general y estratega.

Marchó sobre Neapolis (Nápoles), pero fracasó en la toma de la ciudad. Sin embargo, Cappa, una de las ciudades italianas que cayeron bajo dominio de Aníbal después de la victoria de Cannas, le abrió sus puertas y allí pasó el invierno del 216-215a.C.

En el 211a.C., Aníbal intentó tomar Roma, pero los romanos mantuvieron con éxito sus posiciones. Entonces, los romanos recuperaron Capua, con lo cual Aníbal perdió la lealtad de muchos de sus aliados itálicos y las esperanzas de reponer sus tropas con nuevos soldados.

Comenzaba así el comienzo de su caída.A decir de sus generales,Aníbal sabía vencer las batallas,pero no sabía aprovechar sus victorias.

Tras cuatro años de lucha poco convincente, Aníbal pidió ayuda a su hermano Asdrúbal Barca, quien inmediatamente salió de Hispania. No obstante, Asdrúbal fue sorprendido, derrotado y asesinado en el 207a.C. por el cónsul romano Cayo Claudio Nerón en la batalla del río Metauro.

La cabeza de este fue enviada en un paquete por correo de postas hasta el campamento del gran cartaginés.

Zama

En el 202a.C., después de cinco años y con la rápida caída del poderío militar de Cartago, Aníbal tuvo que volver a África para dirigir la defensa de su país contra una invasión romana a cargo de Escipión luego llamado el Africano.

Los dos generales se encontraron en Zama,donde conferenciaron sin llegar a ponerse de acuerdo.

La batalla era inevitable.

La estrategia que tantos éxitos le había reportado,esta vez fue inútil

Tras varios años de derrotas Escisión ya había aprendido como enfrentarlo.

Aníbal ya no era el general que había derrotado por cuatro veces consecutivas al poderoso ejercito romano.Había perdido la visión de un ojo por una enfermedad contraía en los años de lucha y la desidia de sus conciudadanos lo habían avejentado.

Sus inexpertos reclutas huyeron, muchos desertaron uniéndose a los romanos y los veteranos fueron reducidos. Cartago capituló ante Roma y la segunda Guerra Púnica llegó a su fin.

Luego de firmar un tratado de paz con Roma,Aníbal se preparó para una nueva guerra.

Eliminó la corrupción,reformó las leyes y saneó la economía de su ciudad.Esto no agradó a las clases dominantes de Cartago que no dudaron en entregarlo a los romanos que no veían con buenos ojos el rápido progreso de su ciudad enemiga.

Aníbal,conocedor de la naturaleza de sus conciudadanos,huyó , refugiándose en la corte de Antíoco III, rey Seléucida de Siria.

Luchó junto a este contra los romanos, pero cuando el monarca Seléucida fue derrotado en Magnesia del Sípilo (actual Manisa, en Turquía) en el 190a.C. y firmó un tratado con Roma prometiendo la rendición de Aníbal, éste escapó para refugiarse con Prusias II rey de Bitinia entre 192-148 ayudandolo a vencer a la ciudad de Pérgamo

Hombre miserable y ávido de gloria,Prusias no dudó en entregar a quien tanto lo había ayudado al ser pedido nuevamente por los romanos.

"Voy a liberar a los romanos de su miedo,ya que no quieren dejar morir a un hombre viejo en paz"dijo al envenenarse,mientras los soldados se acercaban para apresarlo.

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