Alejandro

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Alejandro nació en Pela, la antigua capital de Macedonia en el 358 a.C.; era hijo de Filipo II, rey de Macedonia, y de Olimpia, princesa de Epiro.

Tuvo como maestro a Aristóteles quien estimuló su interés por la ciencia y la filosofía.

A la edad de 22 años debido al asesinato de su padre Filipo ascendió al trono.Se encontró rodeado de enemigos quienes no confiaban en su juventud  y se vio amenazado por una rebelión en el extranjero. Alejandro ordenó la ejecución de todos los conspiradores y enemigos nacionales demostrando así su aptitud para gobernar. 

Marchó sobre Tesalia, donde los partidarios de la independencia habían obtenido el control y restauró el dominio macedónico. Hacia finales del verano del 336 a.C. había restablecido su posición en Grecia y un congreso de estados en Corinto lo eligió comandante del Ejército griego para la guerra contra Persia.

En el 335 a.C. dirigió una campaña brillante contra los rebeldes tracios cerca del río Danubio. A su regreso a Macedonia, reprimió en una sola semana a los hostiles ilirios y dardanelos cerca del lago Pequeño Prespa y después se dirigió hacia Tebas, que se había sublevado. Tomó la ciudad por asalto y arrasó sus edificios, respetando sólo los templos y la casa del poeta lírico Píndaro esclavizando a unos treinta mil habitantes capturados. La rapidez de Alejandro en reprimir la sublevación de Tebas facilitó la inmediata sumisión de los otros estados griegos.

Alejandro comenzó su guerra contra Persia la primavera del 334 a.C. al cruzar el Helesponto (actualmente Dardanelos) con un ejército de unos 365 mil hombres de Macedonia y de toda Grecia; sus oficiales jefes eran todos macedonios entre ellos se destacaban Tolomeo (más tarde Tolomeo I) y Seleuco (más tarde Seleuco I).

En el río Gránico, cerca de la antigua ciudad de Troya (en la actual Turquía), atacó a un ejército de 40 mil persas y griegos hoplitas (mercenarios).

Sus fuerzas derrotaron al enemigo y, según se dice, sólo perdió 110 hombres; después de esta batalla, toda Asia se rindió.

Al parecer, en su camino a través de Frigia, resolvió el problema del nudo gordiano.Decía la tradición que aquel que lograra deshacerlo conquistaría el mundo.Alejandro lo logró cortándolo con un tajo de su espada.

 

 

Continuó avanzando hacia el sur, se encontró con el ejército principal persa bajo el mando de Darío III, en Issos, en el noroeste de Siria. Según la tradición, el ejército de Darío se estimaba en 500 mil soldados, pero hoy se considera una exageración. La batalla de Issos, en el año 333 a.C., terminó con una gran victoria de Alejandro. Aunque cortó la retirada, Darío huyó, abandonando a su madre, esposa e hijos a Alejandro, quien les trató con respeto debido a su condición de familia real.

Tiro, un puerto marítimo muy fortificado, ofreció una resistencia obstinada, pero Alejandro lo tomó por asalto en el 332 a.C. después de un asedio de siete meses. Seguidamente, Alejandro capturó Gaza y después pasó a Egipto, donde fue recibido como libertador. Estos acontecimientos facilitaron el control de toda la línea costera del Mediterráneo. Más tarde, en el 332 a.C. fundó, en la desembocadura del río Nilo, la ciudad de Alejandría, que se convirtió en el centro literario, científico y comercial del mundo griego. Cirene, la capital del antiguo reino de Cirenaica en el norte de África, se rindió a Alejandro en el 331 a.C., extendiendo sus dominios a todo el territorio de Cartago.

En la primavera del 331 a.C. Alejandro hizo una peregrinación al gran templo y oráculo de Amón-Ra, el dios egipcio del Sol, a quien los griegos identificaron con Zeus. Se creía que los primeros faraones egipcios eran hijos de Amón-Ra, y Alejandro, el nuevo dirigente de Egipto, quería que el dios le reconociera como su hijo. La peregrinación tuvo éxito, y quizá confirmara la creencia de Alejandro en su propio origen divino fomentado por su propia madre.

 

 

Dirigiéndose de nuevo hacia el norte, reorganizó sus fuerzas en Tiro y salió hacia Babilonia con un ejército de 40 mil infantes y 7 mil jinetes. Cruzó los ríos Éufrates y Tigris y se encontró con Darío al frente del ejército persa, el cual, según informes exagerados, llevaba un millón de hombres pero que no impidió que sufrieran una derrota devastadora en la batalla de Gaugamela, el 1 de octubre del 331 a.C. 

   Darío huyó al igual que hizo en Issos pero más tarde fue asesinado por dos de sus propios generales. Babilonia se rindió después de Gaugamela, y la ciudad de Susa, con sus enormes tesoros, fue igualmente conquistada. Más tarde, hacia mitad del invierno, se dirigió a Persépolis, capital de Persia.

Después de robar los tesoros reales y apropiarse de un rico botín, quemó la ciudad, lo cual completó la destrucción del antiguo Imperio Persa. Su dominio se extendía a lo largo y ancho de la orilla sur del mar Caspio, incluyendo las actuales Afganistán y Beluchistán, y hacia el norte a Bactria y Sogdiana, el actual Turquestán ruso, también conocido como Asia Central. Sólo le llevó tres años, desde la primavera del 330 a.C. hasta la primavera del 327 a.C., dominar esta vasta zona.

Para completar la conquista del resto del Imperio Persa, que en tiempos había incluido parte de la India occidental, Alejandro cruzó el río Indo en el 326 a.C., e invadió el Punjab, alcanzando el río Hifasis (actual Bias); en este punto los macedonios se rebelaron, negándose a continuar. Entonces construyó una flota y bajó navegando el Hidaspes, donde derrotó al dirigente indio Poros (326 a.C.), hacia el Indo, alcanzando su delta en septiembre del 325 a.C. La flota continuó hacia el golfo Pérsico.Durante esta campaña recibió una peligrosa herida en el pecho.

Con su ejército, Alejandro cruzó el desierto de Susa en el 324 a.C.. La escasez de comida y agua durante la marcha había causado varias pérdidas y desacuerdos entre sus tropas. Alejandro pasó aproximadamente un año organizando sus dominios e inspeccionando territorios del golfo Pérsico, donde conseguir nuevas conquistas. Llegó a Babilonia en la primavera del 323 a.C., pero en junio contrajo fiebres y murió.

Alejandro fue uno de los mayores conquistadores de la historia, destacó por su brillantez táctica y por la velocidad con la que cruzó grandes extensiones de terreno.

Sus ejércitos empleaban lo que se denomino falange,una especie de formación cerrada importada por su padre de Tebas.

Normalmente fue valiente y generoso, pero supo ser cruel y despiadado cuando la situación política lo requería.

En su afán de unificar Oriente y Occidente adoptó costumbres persas y se casó con mujeres orientales: con Roxana ,princesa bactriana con quien tuvo a Alejandro IV y con Estatira    con    la hija mayor de Darío; animó y sobornó a sus oficiales para que tomaran esposas persas.

Dejó su imperio, según sus propias palabras al hombre mas fuerte; este ambiguo testamento provocó terribles luchas internas durante medio siglo.

 

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