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Los dos profesores de Pericles, el sofista y
maestro de música ateniense Damon (hacia el siglo V a.C.) y el filósofo jonio
Anaxágoras, influyeron de forma destacada en su formación. Durante toda su
vida estuvo patente su dignidad y reserva, pero obtuvo el reconocimiento de la
mayoría de los atenienses a través de su elocuencia, sagacidad, honradez y
patriotismo. Entre sus amigos se encontraban el dramaturgo Sófocles, el
historiador Heródoto, el escultor Fidias y el sofista Protágoras; su amante
fue la antigua cortesana Aspasia de Mileto, una mujer famosa por su cultura. En la política ateniense Pericles intentó
que todos los ciudadanos participaran en el gobierno. Introdujo el pago a los
ciudadanos por sus servicios al Estado y que se eligiera a los miembros del
consejo por sorteo entre todos los ciudadanos atenienses. También contribuyó a
consolidar y extender la hegemonía ateniense. Bajo la Liga de Delos, formada
como defensa contra las agresiones de Persia, los atenienses fueron los líderes
de la gran fuerza naval que se creó, incluyendo bien como aliados o como súbditos
a casi todas las islas importantes del mar Egeo y muchas ciudades del norte.
Cuando el líder aristocrático Cimón, quien prefirió la amistad de Esparta,
fue condenado al ostracismo, en el 461 a.C., Pericles se convirtió en líder
indiscutible de Atenas durante quince años. Levantó a Atenas a expensas de las
ciudades-estado súbditas. Con la gran riqueza que entró en la tesorería,
Pericles restauró los templos destruidos por los persas y construyó muchos
edificios nuevos, el más espléndido de los cuales fue el Partenón, en la acrópolis.
Este edificio proporcionó trabajo a los ciudadanos más pobres e hizo de Atenas
la ciudad más magnífica de su época. Bajo el mando de Pericles, Atenas se convirtió
en un centro importante para la literatura y el arte. Su supremacía despertó
los celos de otras ciudades-estado griegas, en particular de Esparta, gran
enemiga de Atenas. Las ciudades temían el proyecto hegemónico de Pericles y
trataron de derribar la dominación ateniense. Después de estallar la guerra
del Peloponeso en el 431 a.C., Pericles reunió a los residentes del Ática en
Atenas y permitió que el ejército peloponeso asolara las distintas zonas del
país. El año siguiente estalló la peste en la superpoblada ciudad, lo que
acabó con la confianza popular. Pericles fue destituido de su cargo, juzgado y
multado por malversación de fondos públicos, pero fue reelegido en el 429 a.C.
Poco después murió a causa de la peste. |