Historia de los Lentes de Contacto:Primeras Investigaciones y Evolución

Historia de las Lentes de Contacto
Primeras Investigaciones y Evolución

Las lentes de contacto representan una de las creaciones maravillosas de este siglo.

Desde que Rene Descartes -1596-1650- anticipó la posibilidad de modificar las propiedades visuales del ojo, anteponiéndole un tubo con agua, numerosos investigadores, en distintos países, se dedicaron a perfeccionar las lentes de contacto que permitieran corregir el astigmatismo miópico y queratocono.

Un extraordinario adelanto representaron las lentes corneales de diámetros 8 a 9.85 mm.

En 1962 fue presentada por primera vez en nuestro país una lente de contacto gelatinosa y, posteriormente, una de caucho de silicona.

El uso de materiales plásticos blandos constituyó la conquista más sobresaliente, por la permeabilidad lograda.

SI bien el invento maravilloso que representan las lentes de contacto es una de las creaciones más significativas relacionadas con la oftalmología, en lo que concierne a una corrección estética de la visión alterada y que fuera lograda en el transcurso de este siglo, lo cierto es que ya Rene Descartes, 1596-1650, anticipó la posibilidad de modificar las propiedades visuales del ojo, anteponiéndole un tubo con agua en cuyo extremo se encontraba una lente.

Puede considerarse a este principio como el más aproximado de lo que en la actualidad puede entenderse como sistema básico de lente de contacto.

Historia de los Lentes de ContactoFue en 1827 cuando el físico inglés Thomas Young (imagen izq.) se ocupó del principio cartesiano de neutralizar la córnea mediante el uso del agua.

Pero las primeras investigaciones realizadas en Alemania, con una lente de contacto colocada directamente sobre el globo ocular, parecen haber sido realizadas por el fabricante de prótesis oculares F. C. Muller.

Más que corrección de la visión esa lente fue utilizada para proteger el ojo.

Al año siguiente, el doctor Eugen Fick comenzó en Zurich experimentos destinados a corregir problemas de la visión creados por astigmatismo, empleando lentes de contacto.

Pero fue en 1892 cuando se logró por primera vez éxito en la adaptación de lentes de contacto.

Fue el doctor D. E. Sülzer, en Ginebra, quien las empleó sobre tres pacientes que sufrían de astigmatismo miópico y queratocono.

Las primeras lentes de contacto fueron fabricadas en Jena, por Cari Zeiss, pero también otra firma, en Basilea, proveyó a este facultativo de estos adminículos visuales.

Poco antes de declararse la primera conflagración mundial, dos científicos, Meritz von Rohr y W. Stork, realizaron un profundo estudio sobre corrección del astigmatismo mediante el uso de las lentes de contacto, quienes al mismo tiempo dieron a conocer sus conclusiones en sendos trabajos científicos.

Poco después aparecieron las lentes esclerales sopladas, y fue el doctor Dallos, en Budapest, quien en 1928 inició la adaptación de lentes esclerocorneales, tomando moldes del ojo.

Cuatro años más tarde, Dudragen, en París, elaboró lentes de contacto plásticas, con adhesión de tipo capilar.

A medida que avanzaba el tiempo, los científicos dedicados a estas investigaciones realizaron otros estudios tratando de mejorar las primeras lentes de contacto.

Felnbloon, en Nueva York, logró elaborar una lente de contacto escleral en la cual la zona corneal era de vidrio, y la escleral de plástico. Un año después, presentó lentes plásticas con una zona corneal esférica, la intermedia hasta la zona escleral, cónica, y el espacio escleral propiamente dicho, esférica.

Entre tanto, ese mismo año, el doctor Obrig, también en Nueva York, presentó lentes esclerales totalmente de plástico, y dos años más tarde empezó a fabricarlas en cantidad.

Mientras, en la Argentina, dos firmas iniciaban la elaboración de lentes de contacto esclerocorneales y el doctor C. W. Dixey lo hacía en Londres, empleando polimetacrilato torneado, mediante aparatos de su creación.

Rápidamente, antes de terminar la primera mitad del siglo, fueron perfeccionándose las lentes de contacto mediante el esfuerzo de numerosos profesionales y técnicos, Y es así como Norman Bier, en Londres, introduce lentes de contacto con perforaciones para ventilación: Kevin M. Touhy, en los Angeles, elaboró lentes corneales de plástico en forma masiva, cuyo diámetro ya era sólo de once milímetros; Feinbloon propuso el uso de lentes fabricadas totalmente en plástico; Nissel, en Inglaterra, creó una lente cuya zona de transición era la parte corneal, y la escleral era cónica y con ventilación; O. Marzock y P. Abel, en Berlín, fabricaron lentes esclerales con zona apical cónica.

Un extraordinario adelanto en esta materia representó en la mitad de este siglo el proporcionado por Wbltfk, quien elaboró lentes corneales con diámetros ya de 8 y 9,85 mm, una lente verdaderamente diminuta.

Cuatro años después, Dickinson, en Inglaterra, Neilli, en Estados Unidos, y Sohnges, en Alemania, elaboraron en forma conjunta una microlente de mayor tolerancia que las conocidas hasta aquel entonces, debido a su menor diámetro, espesor y peso y, es necesario destacar, que ya se fabricaba en la Argentina.

En 1960, trabajando en Praga, Otto Wichterle logró las primeras lentes de copolímeros de hidroxietilmetacrilato, considerándose que ello marca el comienzo de una nueva etapa en la fabricación de eslas lentes.

En 1962, se patentó en nuestro país una lente de contacto gelatinosa, y en 1970 se presentó en el XXI Congreso Internacional de Oftalmología un lente de caucho de silicona, con que culminan las primeras lentes de contacto blandas, y presentan la ventaja de realizarse en todas graduaciones y curvaturas.

Uno de los prejuicios que siempre ha existido, y que pudo haber conspirado contra el uso de las lentes de contacto, es el temor de dañar con algún elemento extraño el glóbulo ocular.

Es que el roce indebido puede producir una irritación ostensible.

Pero los científicos y técnicos que se han dedicado a tan delicada actividad de elaborar lentes de contacto, entre ellos oftalmólogos, químicos y físicos trataron de obtener, y lo lograron después de cierto tiempo, una lente permeable al oxígeno sin afectar el metabolismo de la córnea.

La permeabilidad, propiedad de dejar pasar los líquidos, y la porosidad, que alude a la presencia de pequeños poros, se han podido concretar mediante materiales plásticos blandos.

Y es que es necesario respetar el intercambio entre el medio externo y el ojo.

Nada puede impedir el pasaje de la secreción lagrimal.

El movimiento de los párpados distribuye ese líquido en la superficie del ojo y mediante su efecto de bombeo alimenta a la córnea.

Las lentes flexibles convencionales se valen del bombeo de los párpados para conservar el nivel adecuado del fluido lagrimal.

En estos últimos años se ha logrado la fabricación de lentes de contacto permeables a los gases.

Con estas lentes quedan eliminadas completamente las dificultades producidas por la modificación de los radios corneales y el fenómeno del "spectacle blur".

Existe, además, una relación más estrecha con el ojo, por su mejor absorción del agua, y la buena permeabilidad del material lo que facilita su tolerancia.

Las lentes blandas se elaboran actualmente con membranas hidrófilas, cuyos canales porosos permiten el intercambio a través de la lente.

La última novedad la representan aquellas que permiten el cambio de color del iris, lo que realza la belleza de los ojos.

En 1977, el óptico alemán Heinrich Wohlk, quien, como se ha dicho, inventó en 1946 las lentes corneales de 8 v 9,85 mm., consideradas muy diminutas, prosiguió con sus trabajos de perfeccionamiento, descubriendo que con el empleo de silicón y caucho en la fabricación, las lentes pueden usarse sin interrupción durante meses.

En nuestro país, las investigaciones sobre las lentes de contacto se realizan a nivel internacional.

En setiembre del año pasado se realizó en Buenos Aires un congreso internacional, que congregó a más de 700 especialistas procedentes de 28 países, quienes trataron diversos temas y se procuró eliminar la individualidad de las investigaciones, para divulgarse los resultados.

Se estima que en toda la República alrededor del 30 % de la población usa anteojos, pero este porcentaje se debe a la circunstancia de no realizarse un examen anual con el médico oculista.

La mayoría de los pacientes que pueden solucionar sus problemas con anteojos, también puede hacerlo con las lentes de contacto.

Fuente Consultada: LA RAZÓN 75 AÑOS - 1905-1980 Historia Viva - Los Lentes de Contacto


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