Nikola Tesla (1856-1943) En la pequeña
ciudad de Smiljan en la provincia servia de Lika, llamada
entonces Croacia (Yugoslavia), tuvo lugar un hecho aparentemente sin
importancia —la muerte de un caniche francés—, pero éste fue un
hecho que desencadenaría una serie de acontecimientos relacionados
con el futuro del Mundo.
Nikola Tesla tenía cinco años de edad
cuando encontró el pequeño caniche negro de su hermano Dane muerto
bajo un matorral al lado de la carretera. Su hermano acusó a
Nikki de la muerte del perro. Poco después encontraron a Dane
inconsciente al pie de la escalera de piedra del sótano.
Dane murió a consecuencia de sus
heridas, y hasta el fin de sus días Nikki Tesla creyó que sus padres
le consideraban causante del empujón que hizo caer a su hermano. Al
cabo de poco tiempo, Nikki oyó que su madre, cansada de batir
huevos, se quejaba de dolor de muñeca. Deseoso de congraciarse,
Nikki se puso inmediatamente en acción con la idea de aprovechar la
fuerza de un cercano riachuelo de montaña para hacer girar el
batidor. «Voy a capturar la fuerza del agua» anunció Nikki
confidencialmente.
Cuando su padre dijo inadvertidamente
que Dane era diferente de Nikki, porque «Dane era un genio», Nikki
se propuso demostrar que él también lo era. Decidió en aquel momento
que inventaría algo que asombraría al mundo. Nikki emprendió
experimentos para aprovechar la fuerza del agua, pero a los nueve
años abandonó de momento su trabajo para dedicarse al estudio de la
fuerza del viento.
Deseaba desesperadamente inventar algo
que impresionara a los mayores, especialmente a sus padres. Cuando
tenía 10 años, Nikki ingresó en el Gimnasio real de Gospic,
una institución con cursos de cuatro años equivalente a la escuela
secundaria. Le gustaban especialmente las matemáticas y cuando
demostró por primera vez sus dotes en la utilización de fórmulas y
la solución de ecuaciones, incluso sus profesores se asombraron.
Fue acusado de «copiar» y tuvo que
pasar un «juicio» escolar ante sus padres y profesores. A pesar de
la atmósfera de desconfianza y hostilidad pasó el examen fácilmente,
pero con una sensación de desgracia y confusión. La infancia de
Tesla estuvo llena de ideas excéntricas y experimentos con aparatos;
continuó su formación en el Instituto politécnico de Graz, donde se
especializó en física y matemáticas. Finalizó sus estudios en la
Universidad de Praga, en 1880. Un año después, inventó un
amplificador para teléfono que ampliaba el sonido de la voz
reduciendo al mismo tiempo los ruidos molestos, es decir, la
estática.
El aparato completo, su primer
invento, que no patentó nunca, fue llamado «repetidor telefónico».
Hoy en día lo llamaríais altavoz. En un año, Tesla empezó a
desarrollar la teoría de la corriente alterna. Tesla explicó a su
ayudante: "Voy a producir un campo de fuerza que gire a gran
velocidad. Rodeará y abrazará una armadura que no precisará
conexiones eléctricas. El campo rotatorio trasferirá su energía, sin
cables, a través del espacio dando energía a través de sus líneas de
fuerza a las bobinas cortocircuitadas de la armadura que formará su
propio campo magnético siguiendo el remolino magnético rotatorio
producido por las bobinas del campo. No habrá necesidad de cables,
ni de conexiones defectuosas, ni de conmutador".
Tesla fue a Budapest y luego a París
para encontrar un patrocinador de su sistema de energía de corriente
alterna. Trabajó una temporada con la compañía Continental Edison,
de París. Le aconsejaron que buscara un empleo en la Compañía Edison
de Nueva York, y Tesla, cuatro años después de haber obtenido su
título en la Universidad de Praga, partió de París para América.
Tesla dijo a Thomas Edison que había
perfeccionado —por lo menos en teoría— un sistema de energía de
corriente alterna. Edison trató con desdén las ideas de Tesla y
le dijo que «jugar con corrientes alternas era perder el tiempo.
Nadie va a utilizarlas jamás, es demasiado peligroso. Un cable de
corriente alterna a alto voltaje puede matar a una persona con la
misma rapidez que un rayo.
La corriente continua es segura». Pero
Edison contrató a Tesla y el joven europeo hizo exactamente lo mismo
que hacía en la Continental Edison de París: presentó un plan que
permitiría ahorrar muchos miles de dólares, tanto en la construcción
como en el uso de las dínamos y motores de Edison. Trabajaba desde
las diez de la mañana hasta las cinco de la mañana siguiente, siete
días a la semana. Pero Tesla dejó pronto a Edison y tras uno cuantos
empleos misceláneos, encontró a gente dispuesta a invertir en su
persona; de este modo se formó la Compañía eléctrica Tesla La labor
de Tesla para desarrollar la corriente alterna en sus aplicaciones
prácticas empezó en serio, y logró su objetivo.
Todos los elementos complicados y de
difícil ejecución de la Feria mundial de Chicago de 1893, iban
alimentados con la corriente alterna de los motores y dínamos
Westinghouse, inventados por Tesla. Sus equipos se utilizaron
después en las instalaciones generadoras de las cataratas del
Niágara. Tesla, instalado ahora en un laboratorio de Nueva York,
dedicó todo su tiempo a investigar. El gran científico fue
haciéndose más paranoico con la edad, una evolución que podía
seguirse desde los traumas de su infancia.
Al informársele, en 1917, que seria
invitado de honor en una cena ofrecida por el Instituto americano de
Ingenieros eléctricos, donde recibiría la medalla Edison del Mérito,
Tesla rechazó la invitación diciendo: «Cada vez que el Instituto
concede una medalla Edison, la gloria va más a Edison que al
homenajeado. Si tuviese dinero para gastar para estas tonterías, me
lo gastaría gustosamente para que se concediera una medalla Tesla al
señor Edison».
Le convencieron para que aceptara el
honor, pero no se presentó en la cena. Sus amigos lo encontraron
dando de comer a las palomas detrás de la Biblioteca pública de
Nueva York. Tesla pasó los últimos años de su vida como un egoísta
solitario e incomunicativo, absorbido en pensamientos y sentimientos
que le separaban tanto del mundo como de las demás personas. No
quería dar la mano por miedo a los microbios de los demás; las
superficies redondas como las bolas de billar o los collares de
perlas le asustaban; siguió teniendo celos de Edison y sólo quería a
las palomas, que alimentaba diariamente.
Su gran talento se esfumaba intentando
inventar rayos de la muerte y aparatos para fotografiar pensamientos
en la retina del ojo. Tesla falleció en 1943 de un ataque al
corazón. Las instituciones científicas del mundo conmemoraron el
centenario de su nacimiento en 1956. Como un tributo final se dio el
nombre de tesla a la unidad electromagnética de
densidad de flujo en el sistema MKS. |